(San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires, 1930) expuso, en 1961, individualmente en la Galería Peuser, en el mes de mayo, y en Lirolay, en noviembre. Entre 1960 y 1964 utilizó en sus obras arpilleras, telas, maderas, cartón de desecho; materiales toscos y efímeros que sometía a toda clase de torturas, desgarros, quemaduras, golpes y manchas. En 1964 trabajó en una serie de objetos construidos con cajones en desuso, que parecían restos de un desastre ignoto. Los objetos estaban casi totalmente consumidos por el fuego, mostrándose como trastos trágicos y convulsionados. En 1980 retornó a la pintura.