Envía pinturas a la Bienal de Arte Hispanoamericano de Medellín, Colombia.
Decide dedicarse exclusivamente a la fotografía, abandonando definitivamente la práctica pictórica, pero no su interés por las artes plásticas, que será una constante a lo largo de su vida y que seguirá alimentando su producción fotográfica, disciplina con que interviene en una muestra del Museo Provincial de Bellas Artes de La Plata, junto a Roberto Alvarado y Grete Stern.