(Buenos Aires, 1931 - Barcelona, 1965) estudió unos meses en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y luego, entre 1947 y 1948, trabajó en el taller de Cecilia Marcovich. Según parece, hacia la misma época, recibió algunos consejos de Tomás Maldonado. En 1950 publicó un libro de versos, en una edición artesanal de 150 ejemplares, con el título de Fiesta.
Se instaló en París en 1954; en una carta dirigida a un familiar comentó que visitaba exposiciones y pintaba mucho. Más aún, señalaba: “Son cosas abstractas y salen bien”. Las obras a las que se refería, en general estaban pintadas sobre papel, tenían reducidas dimensiones y reflejaban la influencia de la abstracción lírica –dominante en París–, con algunas referencias a Klee, Fautrier, Hartung y Vieira da Silva. El 1° de marzo de 1955 expuso un conjunto de guaches en la galería La Roue.
Retornó a Buenos Aires un año más tarde. Apenas transcurrido un mes de su arribo expuso en la galería Antígona. Pretendió presentar unas cartulinas monocromas, obras que las galeristas no aceptaron. Finalmente presentó unos guaches de París. Pero ya estaba planteada la crisis de la pintura como lenguaje, que Greco profundizaría con sus “acciones”.
En 1957 viajó a Río de Janeiro; expuso con otro pintor argentino en la Petit Galerie. Según parece presentó cuadros “tachistas”, estética que debió