En agosto realiza una exposición individual en la galería Ruth Benzacar de Buenos Aires, en esa época espacio consagratorio del arte contemporáneo en la Argentina. Muestra retratos y paisajes urbanos, en los que puede verse su trabajo con suntuosos y aterciopelados negros y acusados pero armoniosos contrastes (Ángela, El cura de la Albufera, Malena, etc.).
Desde los años 80 hasta mediados de los ‘90 expone en prestigiosas instituciones de Holanda, Brasil, Suiza, Francia, Bélgica, Italia, Estados Unidos, México, Argentina, Portugal, Canadá, Luxemburgo, y en infinidad de ciudades españolas. En 1988 se incluye su obra en Splendeurs et miséres du corps del Musée d'Art Moderne de la Ville de París. Al año siguiente realiza una muestra individual en la Galería Forum de Tarragona.