Obtiene el primer Premio de Dibujo en el Salón del Centenario de Valparaíso, Chile.
Interviene en el II Salón de Artistas Decoradores organizado en Buenos Aires por la Dirección Nacional de Bellas Artes.
A pesar de su éxito en los salones chilenos, se conservan pocas obras del período de formación en ese país, ya que la artista las destruyó bajo la influencia de Del Prete, para que fuera “abriéndose un nuevo camino”, que la conduciría a la abstracción. Efectivamente, en 1979 la artista recuerda que
“Mi encuentro con la obra de Del Prete y su posición frente al arte fue para mí como emprender un viaje. A través suyo conocí los nuevos y consolidados valores europeos y la revelación del arte no figurativo. Poco después, sin presión alguna de su parte, pues siempre respetó mi libertad artística, hacía mis primeras tentativas abstractas, sin esfuerzo alguno ni llevarme por la novedad. Por aquel entonces, año 37, era un camino poco o nada transitado en