En febrero Yente y Del Prete se embarcaron para Europa para retomar la carrera artística internacional de Juan, interrumpida en 1933. Establecieron su base en Génova donde vivían una hermana, el cuñado y una sobrina de Del Prete, quienes en este y en viajes sucesivos, se constituyeron en invaluable apoyo. Yente cumplió el papel de asistente en las muestras que su marido logró realizar en Génova y Milán. Visitaron brevemente además Roma, Florencia, Venecia y Como, recorriendo museos y admirando a los grandes maestros del arte, en el contexto del surgimiento de nuevas expresiones. Yente lo testimoniaría “… lo antiguo y lo moderno en combinados y sorpresivos contrastes…”.

De regreso la pareja se detiene en San Pablo, donde Del Prete expone en el museo de arte de esa ciudad (MASP) al que dona dos obras pintadas este año.