En la Galería Peuser exhibe algunas obras surrealistas (1931/1932) y otras de producción reciente. Relacionando ambas etapas en el texto del catálogo afirma: "Los paisajes recientes algo tienen de surrealismo, de ese surrealismo que hoy se destapa como a vino maduro, unos para gustarlo y otros para mejorar nuevas cosechas".
Entre otras exposiciones individuales presenta, en la Galería Witcomb, Berni en el tema de Juanito Laguna. Allí, grandes composiciones y collages desarrollan distintos aspectos de la saga del chico de la villa miseria. En La conspiración del mundo de Juanito Laguna trastorna el sueño de los injustos, un universo de pesadilla da pie para emplear soluciones neofigurativas. En los collages (Retrato de Juanito Laguna, El cosmonauta saluda a Juanito a su paso sobre el bañado de Flores, Juanito Laguna aprende a leer, etc.), el uso de desperdicios adquiere significación formal y conceptual.
Tal el caso de Juanito Laguna lleva la comida a su padre, peón metalúrgico, donde un diminuto Juanito desaparece ante la