Ingresa a la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano donde permanece sólo dos años por la incomodidad que experimentara frente a los sistemas de enseñanza formal.
En sus inicios se considera pintor, y produce obras figurativas de carácter expresionista. Sin embargo su trabajo como artesano comercial –decorando y construyendo stands, letreros, marquesinas de cine y demás accesorios vinculados con la publicidad– lo lleva a dominar una serie de técnicas, entre ellas la gráfica, la carpintería y el modelado de materiales plásticos, que luego trasladaría a su obra artística abandonando la pintura y desarrollando su obra en las tres dimensiones.