Expone dibujos y esculturas producidos entre 1979 y 1980 en el Estudio Giesso de Buenos Aires (Cochabamba 360), memorable espacio de arte que entonces abría sus puertas. Allí profundiza su revulsiva serie de masas viscerales y esqueletos realizados con espuma de goma y fibra poliéster. Refiriéndose a esta muestra y a las resonancias de la violencia que por entonces se vivía en el país, Ricardo Martín-Crosa señala que:
“Por una perfecta e irreprimible sinestesia [...] los rasgos visuales que percibo se me transforman en cargas auditivas. Y raya mi cerebro un aullido desgarrador, un grito interminable [...] y no es casual que esta original metáfora del misterio humano se dé en esta tierra de churrascos y parrilladas, en esta ensangrentada tierra de ‘unitarios' y ‘federales'.”
Participa de la muestra Adentro y afuera en seis espacios urbanos, inaugurada durante las Jornadas de la Crítica y