“El artista hace política explícita o no [...] En estas muestras la política es explícita. El origen, el nudo, la semilla de sus obras [...] son hechos sociales y políticos. Es el motor que me lleva a trabajar [...] Soy escéptico en cuanto a la eficacia de lo que representan; mis obras no predican nada... Dudo de la eficacia del arte para modificar la realidad. Si la modifica, lo hace a muy largo plazo y muy sutilmente”.
En diciembre participa de la muestra de
Las camitas, organizada por AAVRA (Asociación de Artistas Visuales de la República Argentina) con el fin de recaudar fondos para insumos destinados al Hospital Paroissien de la localidad bonaerense de La Matanza. La exposición exhibida en el Centro Cultural Recoleta tuvo un notable éxito de público y Distéfano intervino con lo que el crítico Alberto Giudici calificó de “capolavoro” –“una camita y trastos de trapo aprisionados en un bloque de acrílico como un monolito preservado para la eternidad”–,
junto a más de 500 artistas, que trabajaron en socorro de la salud pública en crisis, a partir de la estructura de una cama de hospital hecha en alambre de 44 x 27 X 22 centímetros. Entre ellos se contaban Enio Iommi, Graciela Carnevale, Diana Dowek, Eduardo Medici, Hernán Dompé, Elda Cerrato, Nora Correas, Jorge Macchi, Mauro Machado, Matilde Marín, Marie Orensanz, Margarita Paksa, Teresa Pereda, Liliana Porter, Josefina Robirosa, Mildred Burton, Zulema Maza, Pablo Suárez, Carlos Trilnick, etc.