El Grupo de los 13 obtuvo el Gran Premio de la Bienal. Una recompensa de 12.500 dólares. Participaron 35 países y 210 artistas. Es la primera vez que un país no europeo obtiene tan alta distinción. Fue adjudicado por un jurado internacional. El lauro ratifica el alto nivel alcanzado por el arte argentino. Se premió la capacidad creadora.

(San Pablo, Brasil). "Nosotros proponemos un arte abierto a la Vida. Así, con mayúscula y sin vergüenza". Esta declaración de Jorge Glusberg, director del Centro de Arte y Comunicación, sintetiza la posición del Grupo de los 13 reciente ganador de la XIV Bienal de San Pablo. El galardón obtenido por el Grupo de los 13 (Jacques Bedel, Luis Benedit, Jorge González Mir, Víctor Grippo, Leopoldo Maler, Vicente Marotta, Luis Pazos, Alfredo Portillos, Clorindo Testa y Jorge Glusberg) tiene un doble significado: ratifica, una vez más, el predominio de la Argentina en el panorama plástico latinoamericano y sirve para presentar a nuestro público y a la crítica internacional el arte experimental argentino. Un arte que se caracteriza por el uso de materiales no tradicionales, la búsqueda de nuevos modos de expresión y una reflexión crítica sobre la realidad.

Fundada hace 28 años por Ciccillo Matarazzo, la XIV Bienal es la primera que se realiza después de la muerte de su fundador. 210 artistas representando a 35 países se dieron cita en esta oportunidad en el parque lbirapuera, en un edificio de tres pisos y un entrepiso, diseñado por el célebre arquitecto Oscar Niemeyer. En un total de 39 pabellones se agruparon tres grandes grupos: salas de confrontación, salas antológicas (se exhibe una muestra de Rufino Tamayo compuesta por 134 obras) y siete proposiciones contemporáneas, que resumen todas las tendencias experimentales de la década del 70: Recuperación del Paisaje, Arte Catastrófico, Video Arte, Poesía Espacial, el Muro como Soporte de Obras y Arte no Catalogado. En esta última categoría se presentó el envío argentino que obtuvo el Primer Premio (12.500 dólares),otorgado por un jurado internacional compuesto por los críticos Tomasso Trini de Italia, Marcia Tucker de Estados Unidos, Toshiako Mimemura de Japón, Clarival Do Prado Valhadares de Brasil y Silvia Ambrossini de Argentina. Además del primer premio se entregaron diez distinciones de 3.000 dólares cada una que recayeron en dos artistas europeos, uno japonés y siete brasileños. El artista de Brasil, Franz Krajcberg, integrante del Grupo Etsedron, amenazó con destruir sus obras como acto de protesta por la decisión del jurado al otorgar el Gran Premio Bienal de Itamaraty al Grupo de los 13 de Argentina. Es la primera vez en 28 años que un país no europeo gana esta Bienal, considerada con la de Venecia y la Documenta Kassel de Alemania uno de los tres eventos más importantes de las artes plásticas del siglo XX. Los Estados Unidos, que participan en esta muestra desde sus comienzos, presentaron el pabellón más costoso: 110.000 dólares.

Fundado por el crítico Jorge Glusberg, en 1970, el Grupo de los 13 funciona en el Centro de Arte y Comunicación de Buenos Aires (CAYC). Sus integrantes se especializan exclusivamente en el llamado arte experimental o de vanguardia. La ecología (Testa), la revalorización de las estructuras míticas del hombre moderno (Portillos), el reordenamiento de las ciudades (Bedel y Glusberg), la relación hombre-naturaleza (González Mir y Benedit), el re-descubrimiento del cuerpo (Pazos), la escasez de alimentos como problema universal (Marotta), conforman la temática básica de sus obras.

Los medios a los que apelan para expresar sus conceptos están íntimamente ligados a los medios de expresión más actuales: desde la fotografía y el video-tape hasta las copias heliográficas.

¿Qué premió exactamente el jurado internacional que otorgó al envío argentino el Gran Premio Bienal de Itamaraty? Posiblemente la respuesta más exacta a esta pregunta se halle en el texto del telegrama que el presidente Videla envió a los artistas argentinos al conocerse el resultado de la confrontación: "Esta distinción destaca el logro alcanzado en la búsqueda de nuevas formas artísticas expresivas, acordes con el tiempo en que vivimos. Del mismo modo, premia y estimula a la creatividad y el trabajo tesonero y metódico, condiciones sin las cuales no se obtienen resultados positivos. Este lauro destaca una vez más el alto nivel del arte argentino y la variedad enriquecedora de sus diversas propuestas estéticas”.

Rodolfo La Sorsa
Fotos MANCHETE-PRESS