Sobre la vanguardia argentina
“Subespecie del arte conceptual cuyo teórico ha sido el crítico argentino Jorge Glusberg”. Así menciona al Arte de Sistemas, el estudioso italiano Gillo Dorfles. El texto que sigue, precisamente, pertenece al mismo Glusberg -creador y director del Centro de Arte y Comunicación de Buenos Aires-, y en él se plantean algunas de las cuestiones que definen al sector quizás más avanzado de la vanguardia plástica argentina.
En qué consiste el Arte de Sistemas
Arte de Sistemas es una categorización de la que somos autores a raíz de una muestra internacional que organizamos en 1971 en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, con 116 artistas internacionales.
Los discursos artísticos de una sociedad están determinados por condiciones objetivas y subjetivas. A partir de ambas, se desarrolla un proceso de creación cuyo producto final es la secuencia discursiva artística. Las condiciones de la creación están determinadas por el lugar que ocupa el sujeto en la estructura de la sociedad a la que pertenece; el proceso de producción es la elaboración del objeto final, a partir de determinadas condiciones objetivas y subjetivas; este proceso es la articulación entre las condiciones dadas y el de un código. El proceso creativo surge entonces de la convergencia entre determinadas condiciones creativas y un sistema de signos.
Considerando la existencia simultánea de varios sistemas de signos o códigos, estamos aludiendo a lo que en lógica se denomina un universo del discurso. Para nosotros, dicho universo es el arte de sistemas.
El conceptualismo ideológico de González Mir, el ritualismo de Portillos, los habitats animales de Benedit, las papas energéticas de Grippo, los hambregramas de Dujovny, las arquitecturas de Zabala, el arte postal de Vigo, las obras con fuego de Maler, los paquetes de Bercetche, las masas vivientes de Pazos, las trampas de Puppo, las metáforas de Durante, las caligrafías de Mirta Dermisache, las exportaciones de Marotta, los textos pictóricos de Mercedes Estévez, los volúmenes en polyester de Bedel, las propuestas ecológicas de Uriburu, los fotograbados de Romero, reconocen las mismas condiciones objetivas y subjetivas de producción. Viven en Buenos Aires, pertenecen a la misma generación, se agruparon institucionalmente alrededor del CAYC; sus representaciones imaginarias, también son similares porque están determinadas por las mismas condiciones objetivas señaladas. Esta caracterización nos permite precisar un poco más la definición de discurso artístico. Llamaremos discurso artístico al elemento común -un determinado régimen de selecciones y combinaciones- característico de las producciones correspondientes a operadores distintos, ubicados en lugares similares, en el seno de una determinada formación social. El Arte de Sistemas en un intento de desarrollar la necesaria intersección existente entre un conjunto de discursos previamente seleccionados, y la concreción de un modelo conceptual apto para desarrollar una lectura del proceso de constitución de los mismos.
Jorge Glusberg