camino II y Persona. Homenaje a Cataluña. Jorge Romero Brest en el prólogo del catálogo observa la integración de estas esculturas con el espacio y evalúa que existe en ellas un mayor dinamismo con respecto a las de la exposición de 1976, en las que ve una conformación más monumental y hierática. Afirma que:
“[...] siendo escultura de volumen se integra en el espacio. Acaso sea este juego entre volúmenes ligeros y espacios apenas connotados lo que presta encanto a sus figuras. Distéfano las crea aisladas o en pareja, apegado al cuerpo humano [...] Pleno de imaginación para violar la realidad física, nunca cede sin embargo a la fantasía dislocada. Se diría que no ve el cuerpo sino lo penetra y desde allí crea la forma, de adentro afuera, como resulta de la manera de emplear el material”.
En Salto y Persona. Homenaje a Cataluña ensaya para las figuras –en actitud de caída y de levitación respectivamente– sostenes de placa de acrílico transparente integrados –a modo de planos– a la composición escultórica. En En un camino los cuerpos parecen estar sentados en el interior de un automóvil del que sólo se materializan el volante y el parabrisas atravesados por la figura masculina. En este personaje, en solitario, se centra el dramatismo de la segunda versión de la obra –En un camino II– cuya boca hace explícito un aullido. Los fragmentos representados del automóvil se