Investiga la escultura egipcia y mesopotámica y realiza el primer trabajo volumétrico exento del soporte parietal –Puño y Cabeza– moldeado en resina poliéster y policromado con pintura acrílica. Distéfano describe el paso de la pintura a la escultura como un proceso natural:
“Yo siempre traté de pintar, mi gran pasión es la pintura, más que la escultura. Sigue siéndolo. La pintura es tan directa, es como una escritura. En cambio, la escultura es más pesada, se tiene que esperar más. El tránsito se produjo seguramente porque, influenciado por ciertos trabajos de la nueva figuración, especialmente los de Jorge de la Vega, que pintaba y hacía ciertos relieves, comencé a hacer lo mismo. Y eso, debido a que tenía que modelar, me puso en contacto con la arcilla. Y la relación con la arcilla, con la materia, es tan gozosa, tan bella, que una vez que se conoce es como un casamiento del que no se vuelve atrás”.